lunes, 4 de marzo de 2013

Sin título

¿Qué haré sino pasearme por los atrios de la soledad?

Te has marchado ya hace mucho, y no recuerdo tu aroma.

¿Moriré en la espera o detendré el vaivén de las olas del mar para llamar a la libertad de mi corazón? No lo sé.

Tan solo sé, que donde quiera que vaya, en un lugar recóndito estás tú.
 
                                                                                            Autor: Rolando Abarca Alvarado

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