La lluvia cae lentamente y con ella, fervor insipiente de tu recuerdo atenuante de mi cariño insípido, al amor solo le deseo tiempo inequívoco para no mirar hacia atrás, fortaleza al corazón fluctuoso que vibra en un recuerdo transmutado de la bella naturaleza del sentimiento llamado “vida”, la lluvia cae lentamente y el páramo yace de manera febril y seca por la mirada borrosa de un sin sentido miope de pensamientos que difuminan el amanecer junto al peor crepúsculo existente; inexplicable el sinsabor que deja la estremecedora marea de este estúpido planeta cuando se cree en ella y sin un eslabón clave y necesario me aferro a tenerla aunque la pseudofilantropía me niega obtenerla… en “pensando en ti”.
Por Bryan Rodríguez Artavia
Por Bryan Rodríguez Artavia
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