Guaycará
Las 5 de la tarde eran la hora
perfecta para mirarla, pues tenía una
excusa fundamentada para que aquel deseo pareciera normal, en un lugar lleno de
sudación y un vapor peculiar, se encontraba ella. A primera impresión seria y
distante, como debería de ser.
Pero con el tiempo tal vez, por
ser el único diferente entre todos. Le abrió su corazón y le mostró lo humana
que era; no era de porcelana como él la imaginaba era de carne y deseos.
En un lugar donde se conoce la
muerte tan temprano, ya que las frutas duran días al ser cortadas y los
alimentos pocas horas en descomponerse, se supondría que todo lo que se tiene
entre pecho y espalda se debe decir rápido, pero cuando son cuestiones de amor
es mejor aguardar.
Ya que la vergüenza se sabe que
es pasajera, pero el rechazo que puede provocar un simple NO puede traer abajo la moral de todo hombre, fracasar intentándolo
es bueno; pero fracasar esperando es patético.
Él le mintió cuando le dijo quién
era la que pretendía; pero nunca le puede mentir a su corazón que la mujer que
lo motivo y enamoró por un poco tiempo la tenía en frente. Así es la vida sino
se aprovecha el momento oportuno todo se manda a la mierda.
Tus pensamientos y personalidad han sido al pie poético de estos textos
ResponderEliminarSiempre me ha gustado como escribes, mucha sinceridad...
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