Resulta incomprensible, la
no tan escasa fuerza de voluntad que plantaste un día en mi inactivo ser.
Resulta incomprensible, las
no tan dudosas ganas de vivir que
forjaste en mi insípido corazón.
Resulta incomprensible, que
sin casi recordarte aun vivan tus recuerdos en mi desentonada razón.
Resulta incomprensible, que
así de intenso y suave te ame y ya no te
ame; es ese sensual silencio quien perturba mi memoria cuando gratamente
convivo con esos eternos paisajes en secreto.
Resulta incomprensible que te
espere sin esperanzas, y paradójicamente me encuentro divagando con un meloso desvelo.
Es así como me resultas incomprensiblemente
incomprensible, esa fémina mortal, tutora de este desesperado guerrero, que de
soledad y confusión, amparando estás en esas luchas de afecto y reflexión.
Es así como me resultas incomprensible,
mirándote como éstos ojos ansiosos, guiados ciegamente por el desenfreno y la pasión que absurdamente hablan.
Resulta incomprensible, que
sepa como no amarte, pero no sepa como si
amarte; pues postergando estoy la acción del verbo amar, que seguro estoy que
capaz está también tu alma lista para comenzar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario