lunes, 6 de octubre de 2014

El Inevitable Encuentro

El Inevitable Encuentro
Si existe algo justo en el mundo es ella,
al pensar en algo cruel, castigador, incomprensible;
todos los adjetivos mencionados la describen a ella
a ese punzón frió y déspota, que no tiene sentimientos
injusta, cruel y dura son sus cualidades.

Pero es la cosa terrenal más justa que he conocido en la vida
no se fija en la belleza ni en el físico,
para ella la edad equivale lo que le interesa,
a los ciudadanos de una gran metrópoli la predica de un predicador.

Los sueños de los demás no le importan,
pues sabe que para soñar el tiempo sobra;
ataca en momentos distintos,
para el enfermo es ungüento para su alma,
para el millonario el freno de su deseo,
al enamorado como una estaca tan fría como el aliento de la misma.
pero es ella, la muerte.

La justa, de la que ni siquiera el hijo de Dios escapo.
¡Qué justicia!, no hay nada más justo que ella,
es nuestro destino, pero como la ignoramos
será por eso su forma de actuar.

Parece una ficción en la  juventud, en la vejez un sentencia
para el enfermo su destino manifiesto, para el niño la mayor injusticia
Pero lo de justa no se lo van a quitar así de fácil.

Muere el soñador y el que nunca soñó,
muere el joven y el viejo, el cura y el ateo
pero ella es justa con todos, nos da lo mismo a todos,
vaya justicia; parece la genialidad y misterio más grandes en la tierra.
La pelona, la huesuda, la justa e inevitable muerte.


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