El día que me dije si
La conversación en el Facebook avanzaba
mientras mis tripas perecían un recital de marimba,
ella ni tan siquiera se imaginaba que del otro lado del cable
de red
alguien sufría por el miedo a dos letras.
Pero con un ánimo que nunca había sentido le escribí
aquella frase trillada que ya muchas veces había escuchado
si, ¿necesito decirte algo?
la notificación de leído fue la espera,
más larga en mi torpe vida amorosa
al ser las 23:34, si leído
la arritmia se acentúa.
Su respuesta simple y desentendida
solo “dime claro”, parece que el miedo por la wed no se
siente;
mientras los dedos tiemblan y el cerebro entra en shock,
decido por lo más cursi y poco poético de mi ser.
“quiero decirte que me llamas la atención”,
la forma en que un novato en temas del amor
dice me gustas.
Luego del punto en que se te viene el mundo sobre tus
hombros;
y la vergüenza de volverla a ver sus profundos ojos
desvela y quita el sueño, su respuesta fue la típica "mejor
no",
eres muy especial.
Pero no escribo por recordarla,
pues ella sabe que todavía siento lo mismo
sino para recordarme a mí mismo que me puedo decir que si
aunque no salga, pues sí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario